25 septiembre 2006

EL FIN DE LA LECTURA

¿Y si esto de los libros estuviera definitivamente fuera de tiempo, demodé?

En un artículo reciente Felix de Azúa nos recordaba que la lectura de libros es una costumbre relativamente reciente. Antes del siglo XIX la gente oía o escuchaba más que leía . Un único lector en voz alta relataba las aventuras literarias a muchos. La época de la literatura y los libros para ser leídos en el silencio de la conciencia se localiza entre 1870 (cuando comienza a disminuir el número de analfabetos gracias a la educación obligatoria) y 1970 (con la revolución audiovisual – la televisión primero, el ordenador e internet después). Concluye Felix de Azúa:

En la actualidad vivimos un profundo cambio. Creo que la lectura como ejercicio intelectual supremo está siendo sustituida por otras prácticas. Quizás esté regresando a su lugar clásico: unos pocos hogares, conventos, gabinetes de humanistas. Como en el pasado, el resto de la ciudadanía mirará y oirá historias, novedades, instrucciones, leyendas, conocimientos, pero ya no leerá por sí misma.
¿Debemos lamentar este cambio? No lo creo. Los humanos somos los únicos animales que cambiamos porque queremos cambiar. No nos cambia la "evolución biológica" sino nuestra inquietud, la incapacidad para dejar las cosas tal como las encontramos al nacer. Nuestra vida es constante cambio y ningún cambio nos mejora o empeora, sólo nos ayuda a perdurar. Resulta difícil imaginar un futuro en el que la lectura dificulte la perduración, pero habrá que hacerse a la idea
(Felix de Azúa:Todas las lecturas, una lectura. El País, 13 de septiembre de 2006)


¿Estaremos incitando y animando a la lectura de libros cuando ya es una costumbre sin futuro?

( En la biblioteca: Felix de Azúa: Diario de un hombre humillado (Barcelona. Anagrama.1987) --- SIGNATURA: LL790)

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